Para lograr una localización efectiva de las fugas de agua ocultas, se utilizan correladores, aparatos que miden la presión del agua y reconocen el punto por donde la tubería pierde.
Las pérdidas de agua han de evitarse con la intervención de personal especializado, que una vez detectada la fuga, lleva a cabo aislamiento mediante camisas de fibra de vidrio, resinas y otro tipo de materiales especiales para tratar ese problema.
